A pocas horas de la frontera con Colombia, localizado en el estado Apure, se encuentra el Hato el Frio, una hermosa región pantanosa que abriga una rica reserva de la biodiversidad y unas de las mayores reservas de aves de Venezuela, e principalmente un potencial para el desarrollo productivo del país y su soberanía alimentaria.
El conocido Frio, una contracción en el nombre por el clima cálido y húmedo del lugar, fue hace siglos objeto de una traición al Libertador Simón Bolívar por parte del general Páez, que, articulado con la oligarquía del país, lo convirtió en una propiedad privada, uno de los primeros latifundios de Venezuela. En los últimos años, fue controlada por la familia Maldonado, grande latifundista del país, que manejó las tierras de acuerdo a sus intereses, bajo un régimen de explotación del trabajo de las familias que viven en la región.
Tras inúmeras denuncias de explotación y hasta trabajo esclavo en esas tierras, además de la explotación indiscriminada de la biodiversidad de la región, en abril de 2008, el presidente comandante Hugo Chávez anunció, para la felicidad de los trabajadores, la expropiación de la tierra y la entrega de las mismas al ministerio de Agricultura y Tierra. El 4 de abril de 2009, sale el acto de expropiación y las tierras pasan al control total del estado, para entonces la conformación de una empresa de producción socialista, que lleve a cabo la política de soberanía alimentar que tanto necesita el pueblo de Venezuela.
La Empresa Socialista Ganadera Agroecológica Marisela, viene tratando de reestructurar la producción en función de la sostenibilidad del ecosistema, la soberanía alimentaria y los derechos legítimos de los trabajadores que obran en esas tierras, participando directamente en el proceso productivo a través de un consejo de planificación, construyendo junto a esos trabajadores y las comunidades el poder popular.
Marisela, hoy día, además del cultivo del ganado, de búfalas, para la producción de leche, también experimenta la producción del arroz, del maíz y fomenta el ecoturismo sostenible sin dañar el medio ambiente, conservando la belleza de los llanos apuereños de Venezuela.
A pesar de los cambios que vienen siendo producidos en materia del trabajo y de la producción en Marisela, mucha cosa todavía necesita hacerse. El equipo que actualmente trabaja en la empresa ven tratando de realizar espacios para la formación política de la gente, elevando el nivel de consciencia de los trabajadores para ellos puedan, con el tiempo, tomar las riendas del proceso productivo, determinar las bases para el trabajo y la producción, y apoderarse de lo que es la propiedad de los medios productivos, alineado con los principios de construcción del socialismo en Venezuela.
“No tenemos miedo que mañana los campesinos organizados nos saquen y nos digan ya no nos hacen falta. Si es así cumplimos la misión y vamos a ocupar otro acto. Si logramos eso es porque lo hicimos bien.” Así lo manifestó el presidente de la empresa Aníbal Espejo.
En los primeros días del mes de agosto, se realizó la primera escuela de formación de los trabajadores de Marisela. La escuela contó con la asistencia del total de los 220 trabajadores de la empresa, y con la participación y colaboración de compañeros militantes del Movimiento de los Sin Tierra de Brasil, quienes tienen un bellísimo trabajo de formación política con los trabajadores del campo.
Aparte de la formación política se llevó a cabo en esa escuela de formación, otros espacios formativos también se llevarán a cabo en el sentido de dar a los trabajadores las herramientas para su organización y para el establecimiento de una democracia participativa en el proceso productivo de Marisela, así como debe ser, construyendo el poder popular, desde una pequeña célula del socialismo donde nace la lucha de los trabajadores campesinos en las tierras del Libertador.
Leonardo Fernandes.
Venezuela, 23 de agosto de 2009.
Texto publicado en el periódico alternativo DePana.
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